viernes, 7 de febrero de 2014

Colonización española de América


     La colonización española de América es el proceso por el que se implanta en el Nuevo Mundo una administración que pretendía ser imitación o duplicado de la administración peninsular contemporánea. 

     La colonización de América fue efectuada sustancialmente por el Reino de Castilla (ligado dinásticamente al Reino de Aragón) y es la continuación de una primera expansión y experiencia colonizadora de este Reino en la Islas Canarias, en las cuales Castilla ensayó por primera vez a cierta escala la experiencia de conquistar, repoblar y administrar un territorio nuevo, habitado por pueblos desconocidos, asimilándolos y cristianizándolos en el proceso. Así, las tres últimas grandes islas de Canarias fueron completamente sometidas en los años 1478/1483 (Gran Canaria), 1492/1493 (La Palma) y 1494/1496 (Tenerife) aunque el impulso colonizador arranca mucho antes, en las otras islas del archipiélago.. Esta experiencia y la existencia de fórmulas desarrolladas para solucionar los problemas de fundación de nuevas ciudades, pactos y enfrentamientos con los naturales del país, designación y atribuciones de los Adelantados militares, engranaje de los aparatos administrativos: religioso, civil y militar, fueron luego ampliamente usadas en América, tienen sus antecedentes lejanos en la experiencia de la Reconquista y repoblación de la Península Ibérica y explican en parte el extraordinario éxito de la colonización.

     A partir del siglo XV, los territorios y naciones indígenas fueron incorporados por la monarquía española a través del Descubrimiento y Conquista de América, formando parte de un proceso histórico más amplio denominado mercantilismo, dando lugar al Imperio español en América. A lo largo del siglo XIX, con la caída del absolutismo y la transformación de España en un Estado liberal, tiene lugar la independencia hispanoamericana.

     Una de las importantes consecuencias de esta colonización fue el mestizaje en América.Los Reyes establecieron una política exterior común marcada por los enlaces matrimoniales con varias familias reales europeas que resultaron en la hegemonía de los Habsburgo en Europa durante los siglos XVI y XVII. Por otra parte el descubrimiento de América a partir de 1492 modificó profundamente la historia mundial.


Extensión del Imperio español en América


  • Virreinato de Nueva España: fue el actual país de México, los estados de California, Nuevo México, Arizona, Texas, Nevada, Florida, Utah y parte de Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma en Estados Unidos que hasta 1848 pertenecieron a México y fueron tomados a este país en la guerra conocida como la Intervención Estadounidense en México (Florida fue cedida por España a los Estados Unidos durante la Guerra de Independencia de México). España mantuvo bajo su control estos territorios desde 1519 hasta 1821. Sin embargo, es necesario recordar que la independencia de Nueva España fue iniciada en 1810 y declarada formal y legalmente por el Congreso de Chilpancingo en 1813 bajo el nombre de América Septentrional. El período entre ese año y la fecha de consumación de la independencia de México (1821) eran concebidos por el Congreso como una lucha contra la metrópoli y por el reconocimiento internacional de la nueva nación. Es preciso aclarar que territorios significativos que formaron parte del Imperio español, y ubicados en Norteamérica, fueron habitados por pueblos originarios que no formaron parte del sistema colonial europeo, hasta ser incorporados el siglo XIX por los nacientes estados americanos tras sufrir procesos de limpieza étnica.
  • Capitanía General de Guatemala: comprendía los territorios de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y el estado mexicano de Chiapas. Declaró su independencia en 1821 y, después de ser parte del Primer Imperio Mexicano (salvo Chiapas), proclamó su independencia absoluta el 1 de julio de 1823.
  • Luisiana: cedida por Francia, España la mantuvo poco tiempo en su poder, desde 1762 hasta 1801. Incorporaba territorios de los actuales estados de Luisiana, Arkansas, Oklahoma, Kansas, Nebraska, Dakota del Sur, Dakota del Norte, Wyoming, Montana, Idaho, Minnesota, Missouri y Iowa. La mayor parte de estos territorios nunca fueron efectivamente controlados por España y permanecieron en poder de los pueblos originarios hasta el siglo XIX.
  • Virreinato de Nueva Granada: los actuales países de: Panamá, Colombia y Ecuador.
  • Capitanía General de Venezuela: la actual Venezuela, Guyana, Trinidad y parte de Colombia.
  • Virreinato del Perú: el actual Perú, parte de Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile y Brasil.
  • Virreinato del Río de la Plata: los actuales países de Argentina (la Patagonia oriental es considerada por algunas fuentes como parte del virreinato y por otras como perteneciente a la Capitanía General de Chile), Paraguay, Uruguay y parte de Bolivia. España nunca controló la totalidad de la pampa, el Chaco, ni la Patagonia, que permanecieron bajo el dominio de los pueblos originarios hasta el siglo XIX.
  • Capitanía General de Chile: también llamada Reino de Chile, y en un inicio Nueva Extremadura, núcleo del actual Chile (para algunas fuentes también la Patagonia oriental). España nunca controló mayormente la mitad sur de Chile ni la Patagonia, que permaneció bajo el dominio de los Mapuche y otros pueblos originarios hasta comienzos del siglo XIX.
  • Territorios Insulares: los actuales países de Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Bahamas (hasta 1670), Antigua y Barbuda (desde 1493 hasta 1632), Trinidad y Tobago, Granada (desde 1498 hasta 1674), Jamaica (hasta 1655), San Cristóbal y las Nieves (Saint Kitts y Nevis), Dominica (desde 1493 hasta 1783), Barbados (desde 1518 hasta 1624), Santa Lucía (desde 1504 hasta 1654)


Colonización española de América: causas

  • Económicas: el surgimiento del mercantilismo, así como la necesidad de encontrar una ruta alternativa para el comercio de las especias y de la seda, procedente de las "islas de las especias", las Molucas, que había sido bloqueada por los turcos con la toma de Constantinopla en 1453, controlando totalmente la ruta de la seda, tanto interior, como la ruta marítima.
  • Culturales: con el Renacimiento, en la sociedad europea algunos sugerían la esfericidad de la Tierra, y la proliferación de comerciantes provocó la proliferación de leyendas y crónicas exageradas (viajes de Marco Polo, leyenda del Preste Juan), que causaron un gran interés por lo desconocido en la Europa de la época, junto con el espíritu aventurero hacia el Lejano Oriente.
  • Tecnológicas: la aparición de nuevas naves, como las carabelas o los galeones que permitían la penetración trasatlántica, gracias a Alfonso V y a Juan II de Portugal ("El Perfecto" o "El Navegante"), y por el proceso de mejora naval y de exploración, estos barcos incluían las velas cuadradas y las triangulares, junto con un casco reforzado, evolución de los barcos del comercio flamenco. Estos fueron los primeros barcos que pudieron hacer "cazadas", navegar contra el viento y al costado de este, con lo que se logró el descubrimiento de Canarias, remontar la costa africana y descubrir América. Nuevos instrumentos de navegación, como el astrolabio o la brújula, que permitían orientarse en el mar junto con el seguimiento de las estrellas, así como los avances en cartografía, fueron fundamentales para permitir la llegada europea a América.


Conquista: primeros asentamientos y la cuestión del reparto

     El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón llegó a América, a la isla de San Salvador, ubicada en el archipiélago de las Lucayas, creyendo en realidad que había llegado a la India.

     El 5 de diciembre de 1492 Colón llega a la isla de La Española, actualmente dividida en dos países, Haití y República Dominicana, y forman allí la primera colonia europea en el nuevo mundo. Los monjes Dominicos y Jesuitas acompañaron a los conquistadores en sus viajes.




      La expansión castellana hacia el oeste produjo tensiones con Portugal, pidiendo ambos reinos la mediación del Papa. Por la bula Inter Caetera de 1493, el papa Alejandro VI delimitó el área de influencia que cada reino podía reclamar al otro, con una línea de polo a polo situada 100 leguas al oeste de las Azores. Poco después, el Tratado de Tordesillas de 1494, trasladó la línea fronteriza a 370 leguas al oeste de Cabo Verde, abriendo así una amplia zona al este de Sudamérica, para la expansión portuguesa, que se conocería posteriormente como Brasil.

La conquista del continente



     En los asentamientos de las zonas insulares de Centroamérica, la Corona de Castilla emprendió la colonización del continente, inicialmente con contactos comerciales con algunos pueblos indígenas de la zona de Guatemala y Yucatán. A dicho reino se le concedió el monopolio real para la exploración y explotación económica de las Américas, en detrimento del resto de reinos hispánicos.

     En 1518 una expedición dirigida por Hernán Cortés, llegó a la isla de Cozumel, pasando después por las costas de la Península de Yucatán hasta llegar al río Grijalva, donde se produjo una lucha. El Jueves Santo de 1519 llega toda la armada a San Juan de Ulúa, desde donde se dirige hacia la costa de la actual ciudad de Veracruz. En ese lugar Cortés recibió la primera embajada de Moctezuma Xocoyotzin, gobernante del señorío de Tenochtitlán, fundando allí la Villa Rica de la Vera Cruz.

     Una vez fundada la Veracruz, Moctezuma le solicitó, mediante el envío de embajadores, detener su marcha. Pero Cortés continuó hacia el interior, el día 16 de agosto de 1519, rumbo hacia al corazón del Imperio azteca. Esta expedición estuvo formada por 400 soldados castellanos, 15 caballos y 1.300 guerreros totonacas. Al llegar a Tlaxcala, Cortés derrotó a Xicotencatl y estableció una importante alianza con los tlaxcaltecas, sumando así más guerreros a su ejército.

     En su paso hacia Tenochtitlan tuvo lugar la Matanza de Cholula. Poco más tarde se dirigió hacia el Valle de México cruzando entre dos volcanes: el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. Del otro lado, avistó por primera vez el Lago de Texcoco y México-Tenochtitlan. Las fuerzas de Cortés entraron por la calzada de Iztapalapa, siendo recibidas por Moctezuma Xocoyotzin. Una vez hospedados en la ciudad, el huey tlatoani optó por someterse a la Corona en una entrevista privada. A cambio, Cortés exigió ver los libros de tributos y los mapas de la tierra. Entretando, la empresa de Cortés no había pasado desapercibida para Diego Velázquez de Cuéllar, quien envió una expedición capitaneda por Pánfilo Narváez con órdenes expresas de aprehenderlo y llevarlo de regreso a Cuba. Por esta causa, Cortés viajó a Veracruz para luchar contra los hombres de Velázquez. Durante su ausencia, ocurrió la Matanza del Templo Mayor, que encendería la mecha de una rebelión indígena. Moctezuma intentó calmar a la multitud enardecida, pero ésta lo repudió como gobernante y comenzó a lapidarlo. El huey tlatoani fue herido de gravedad y murió, siendo Cuitláhuac nombrado sucesor. De inmediato, organizó un ejército para atacar a los conquistadores.

     Cortés organizó un plan de escape, pues los aztecas lo habían sitiado en el palacio de Axayácatl. En la noche del 30 de junio de 1520 procedieron a la fuga, pero fueron detectados. Durante el escape murieron ochocientos conquistadores y un indeterminado pero mayor número de indígenas aliados. Este episodio es conocido como la Noche Triste. Un año más tarde, y tras la decisiva batalla de Otumba, Cortés regresó con más tropas y más aliados; los pueblos que una vez habían sido sometidos por el Imperio azteca, se aliaron a los conquistadores españoles y comenzaron a cercar la capital. La ciudad de México-Tenochtitlan fue sitiada durante tres meses y, tras innumerables batallas por tierra y mar, fue finalmente sometida el 13 de agosto de 1521. En la batalla, los castellanos, tlaxcaltecas, texcocanos, huejotzincas, chalcas, cholultecas y demás coaligados causaron bajas al ejército de mexicas en número cercano a 40.000, de acuerdo a las propias estimaciones de Cortés, y referidas en su tercera carta de relación.


El mestizaje



A diferencia de otros colonizadores como los ingleses, que no admitían el mestizaje por considerar impuras otras razas que no fuesen la suya, tras siglos de convivencia de árabes, judíos y cristianos en la península Ibérica, los castellanos tenían menos prejuicios raciales[cita requerida] y por ello se formaron matrimonios mixtos y, sobre todo, uniones sexuales extramatrimoniales con mujeres indígenas. Ésto se debió también a que las mujeres castellanas siempre fueron escasas en América. 

     El ejemplo clásico es el de la Malinche, amante de Hernán Cortés, con quien incluso tuvo un hijo, Martín Cortés, que no hay que confundir con su hijo legítimo del mismo nombre. Se puede observar en la pintura de castas la variedad de combinaciones de mestizaje que convivieron en América durante la colonia. El léxico de castas testimonia también la rigidez de este sistema. Hoy en día, gracias al mestizaje, la población de los países hispanoamericanos comparte antepasados indígenas, europeos y africanos, en diversos grados.

Independencia de España

     
   Libertador Simón Bolívar, criollo de origen español, y líder de la independencia del norte de Sudamérica.


     En 1776 las trece colonias inglesas en Norteamérica iniciaron un proceso político inédito, declarando su independencia de la metrópoli monárquica europea y creando una república reglada por una constitución escrita, con el nombre de Estados Unidos de América.

     A partir de 1808, durante la Guerra de la Independencia Española a causa de la invasión napoleónica, los criollos, al igual que los peninsulares en España, establecieron juntas para gobernar las tierras en nombre del rey Fernando VII de España. Esta experiencia de autogobierno, junto con el antecedente de la Independencia de Estados Unidos, y la influencia del liberalismo y las ideas de la Revolución francesa influenció sobremanera al transcurso de la Guerra de Independencia Hispanoamericana (1809-1824), de la que emergieron la mayoría de las repúblicas hispanoamericanas de la actualidad.

     En América del Sur, las primeras juntas criollas, como las establecidas en La Paz, Virreinato del Río de la Plata (1809), Venezuela (1810), Chile (1810), Nueva Granada (1810) y Quito (1809), fueron reprimidas por las autoridades metropolitanas españolas, causando la derrota de todas ellas. La Primera Junta de Buenos Aires (1810) fue el único gobierno patrio que pudo permanecer, estableciendo una continuidad histórica con los gobiernos posteriores de la Argentina. Desde Buenos Aires comenzó la campaña de secesión del sur del Continente. Dos grandes ejércitos independentistas se formaron y atacaron a las tropas realistas desde el sur y el norte, dirigidos por José de San Martín y Simón Bolívar, para confluir en Guayaquil, donde el mando general de las tropas independentistas sudamericanas quedó en manos de Bolívar. La guerra por la independencia de Sudamérica (Suramérica) se extendió entre 1810 y 1824. En este último año, los realistas, arrinconados en el Alto Perú, fueron finalmente derrotados en Ayacucho por un ejército sudamericano al mando del Mariscal Antonio José de Sucre. Una vez que los pueblos de América de Sur se independizaron de España, y después de complejos procesos, terminaron creando las siguientes naciones independientes de la actualidad: Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

                  Libertador Miguel Hidalgo, líder de la independencia de México y Centroamérica.


     Los pueblos del Virreinato de Nueva España se iniciaron en 1810 con el Grito de Dolores y también luego de complejos procesos políticos terminaron creando las siguientes naciones independientes de la actualidad: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua. Con posterioridad se independizaría República Dominicana.

     En 1898, Estados Unidos ganó la Guerra Hispano-estadounidense y ocupó las islas de Cuba y Puerto Rico, terminando con la presencia española en América. Cuba se independizó en 1902, si bien seguiría bajo tutelaje estadounidense hasta 1959, mientras que Puerto Rico fue anexionado como estado asociado a Estados Unidos. Otros territorios de origen hispano, como California, Texas y Florida, fueron anexionados y convertidos en estados de los Estados Unidos.

     Actualmente, los países de habla hispana y portuguesa de América y Europa, se han organizado en la Comunidad Iberoamericana de Naciones, que tiene su máximo órgano de cohesión en la Cumbre Iberoamericana.

Libertador José de San Martín, hijo de padre y madre españoles, que líderó
 la independencia del sur de Sudamérica.

Consecuencias de la colonización: demografía

     

     Con la llegada de los colonos castellanos surgieron en América enfermedades desconocidas en el Nuevo Mundo, como la viruela, la gripe, el sarampión y el tifus, contra las que las poblaciones nativas no tenían resistencia. Por otro lado, los europeos tomaron contacto con otras enfermedades propias de América, como la sífilis, que diezmó a la población europea al propagarse en 1494 desde el sur de Italia (posesión perteneciente a la corona de Aragón).

     Entre el legado lingüístico de la población originaria, pueden contarse dos lenguas amerindias: el quechua y el guaraní, que han alcanzado el rango de lenguas cooficiales en algunos países hispanoamericanos, y cuya permanencia se debe en parte a su uso como lingua franca durante la obra evangelizadora colonial. Durante el Virreinato del Perú, el quechua fue uno de los idiomas que los misioneros católicos emplearon para evangelizar a los indígenas; se escribieron varios manuales (llamados "artes") y lexicones de éste y otros idiomas importantes, como el aimara, el mochica o el guaraní, así como catecismos. Ello permitió que aumentara su influencia sobre los pueblos andinos e incluso pueblos amazónicos que antes no lo hablaban. Un ejemplo es la amplia difusión en la actualidad del dialecto llamado quichua santiagueño, popular en la provincia argentina de Santiago del Estero.

     Fray Domingo de Santo Tomás publicó en Valladolid (España) las dos primeras obras en quechua, la Grammatica o Arte de la Lengua General de los Indios de los Reinos del Perú, y el Lexicón o Vocabulario de la Lengua General del PERV, llamado "Quichua".

     El guaraní es a su vez una de las lenguas oficiales del Mercosur, y goza de amplia difusión en Paraguay, donde es cooficial con el castellano, y en las provincias argentinas de Corrientes y Misiones.


Consecuencias de la colonización: encomienda y esclavitud

     Con la llegada de los europeos cristianos a América, se originó un intenso debate teológico y legal sobre la naturaleza de sus habitantes para su incorporación, expulsión o destrucción de los territorios que serían dominados por el Imperio español. Esta polémica se saldó con la oposición de la Corona a su esclavitud y la incorporación de los nativos americanos como súbditos de la Corona con todos sus derechos. Otras potencias europeas como Inglaterra y Portugal no los consideraron como iguales y en los territorios dominados por ellos el trato sería de esclavitud.

    Así, desde comienzos del siglo XVI, teólogos y filósofos como Juan López de Palacios Rubios o Matías de la Paz desde la Universidad de Salamanca y Martín Fernández de Enciso o Bartolomé de las Casas desde los propios territorios americanos, enfrentan el problema de la naturaleza de los nuevos pobladores desde diferentes visiones. Finalmente, en 1537 se promulga la bula Sublimis Deus del papa Pablo III, en la que se declara a los indígenas como hombres en todas sus capacidades.


     A partir de este momento las leyes de la Corona Española establecieron que los indígenas americanos (amerindios) no serían sometidos a la esclavitud, sino a un régimen de servidumbre denominado"encomienda", mediante el cual eran dados a "encomenderos" españoles. El régimen de encomienda establecía que los indígenas debían trabajar obligatoriamente para el encomendero, al mismo tiempo que este se obligaba frente a la Corona del cuidado y la evangelización de los indígenas. Uno de los críticos más famosos del sistema de encomiendas fue Fray Bartolomé de las Casas, cuya obra más representativa es la Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Las críticas de algunos sectores de la Iglesia al sistema de encomienda son consideradas por algunos como el origen de la llamada "Leyenda negra española".

     Sin embargo aquello no se cumplió totalmente, ya que los españoles aun realizaron en algunas zonas del territorio americano un tipo de expedición armada denominado «maloca», cuyo objetivo era capturar indígenas para llevarlos a la esclavitud.

     El descenso de la población de nativos americanos podría explicar una falta de mano de obra indígena que España trató de reemplazar con esclavos provenientes del África subsahariana, comprados a compañías de otras potencias europeas que comerciaban con esclavos en América. Nótese que el tratamiento de persona le fue otorgado a los nativos americanos, no así a los negros, siendo un claro exponente de este pensamiento el propio Fray Bartolomé. El número exacto de personas esclavizadas procedentes de África es controvertido y difícil de determinar; según distintas estimaciones, éste puede oscilar entre los 9 y los 12 millones de personas,2 de los cuales se calcula que 1.552.100 ingresaron a los territorios colonizados por España.


Consecuencias de la colonización: religión

     En contraposición de otros colonizadores a lo largo de la historia, como ingleses, portugueses u holandeses, los colonizadores españoles desde un primer momento aceptaron a los indígenas como personas dotadas de alma[cita requerida], y por ello centraron parte de su esfuerzo en adoctrinarlos y convertirlos a su religión.

                                    Catedral de México, legado de los conquistadores españoles

     El papa Alejandro VI, en sus bulas Inter Caetera estableció la obligación de la Corona de Castilla de convertir a todos sus súbditos, incluidos los amerindios y afroamericanos, al cristianismo, en su vertiente católica romana. Las tareas para lograr la conversión se realizaron mediante una gran variedad de procedimientos y una considerable cantidad de misioneros de distintas órdenes partieron de la Península Ibérica hacia América a tal fin.

     Los métodos adoptados para obtener la conversión fueron muy diversos. Una de las fórmulas empleadas fue la conocida como doctrina. Se trataba del compromiso adquirido por el conquistador para que fueran evangelizados todos los indígenas que le habían correspondido en sus repartimientos; los niños debían recibir las enseñanzas religiosas todos los días y los adultos tres días a la semana. 

     El convento fue el centro neurálgico de la evangelización y a su alrededor se configuraron numerosas poblaciones. En él atendían los religiosos las necesidades espirituales de los nuevos cristianos al mismo tiempo que las materiales, ya que junto a las dependencias de culto y habitación de los frailes, disponían de enfermerías, escuelas y talleres. Los mismos misioneros desempeñaron un importante papel en la aculturización del indígena, al poner un especial empeño en su incorporación a las actividades artesanales de tradición europea como parte destacada de su educación. La escuela de San José de los Naturales, creada por los franciscanos en México, o las organizadas por el obispo Vasco de Quiroga en Pátzcuaro (Michoacán) son una referencia para comprender diferentes proyectos de vida para el indígena a partir de su incorporación al cristianismo. En ellos están presentes muchas de las ideas procedentes de los movimientos utópicos de la edad media y del renacimiento, que encontraron en América un terreno propicio para su puesta en práctica.




     En algunas ocasiones los religiosos católicos se relacionaron estrechamente con los pobladores nativos, involucrándose en sus problemas y en los abusos que sufrían por parte de algunos conquistadores y encomenderos, trasmitiendo las injusticias a las autoridades de la Península. En muchos casos los misioneros católicos utilizaron las lenguas americanas, como el quechua, el náhuatl o el guaraní, contribuyendo a preservarlas al ser dotadas de sistemas de escritura.

     La conversión al catolicismo de la población americana fue ampliamente exitosa. En 2004, cerca de la mitad de los católicos del mundo están en Iberoamérica, si bien la tendencia es decreciente. Por otra parte, el catolicismo latinoamericano tomó formas peculiares derivadas del fenómeno conocido como sincretismo religioso, mediante el cual las antiguas religiones y creencias precolombinas y africanas se integraron al cristianismo.

Intercambios técnicos y científicos: aportes españoles

     

     Los españoles aportaron a sus colonias en América una serie de elementos técnicos comunes a las civilizaciones euroasiáticas, que se difundieron por el continente en un tiempo asombrosamente corto. Entre ellos:
  • el caballo, que reavivó a las comunidades cazadoras de las praderas estadounidenses hasta el siglo XIX y las de ciertos pueblos sudamericanos: mapuches, pampeanos, etcétera. Y, junto con el caballo, la guarnicionería;
  • la vid, de cuyas cepas descienden hoy las producciones vinícolas de Chile, Argentina y California;
  • el vinagre;
  • las leguminosas (judías, garbanzos, lentejas, habas);
  • el arroz, las almendras, el ajo, la cebolla, la ciruela pasa y muchas otras frutas secas;
  • el ganado bovino, incluido el toro de lidia, por lo que hoy existen corridas de toros en Perú, México, Ecuador, Colombia o Venezuela;
  • el trigo, originario de la antigua Mesopotamia;
  • el ganado ovino;
  • el sebo, el alquitrán;
  • la rueda como elemento de trabajo y transporte, pues algunas culturas americanas ya hacían uso de ellas en juguetes y, probablemente, en otras áreas técnicas que se habían perdido. 
  • el hierro: antes del descubrimiento de América, en la Península, la rejería tanto civil como religiosa había elevado el tratamiento del hierro a la categoría de arte, con toda clase de diseños y filigranas.
  • las armas de fuego, que remontan su técnica moderna a la Bombardilla sueca de Loshult (circa 1350);
  • la pólvora, inventada por los chinos;
  • el limón, originario del sudeste de Asia, fue llevado a Europa durante las Cruzadas;
  • el azúcar, llevado desde Medio Oriente al entonces territorio conocido como Al-Ándalus durante las Cruzadas;
  • el lino, el cáñamo;
  • la seda;
  • la imprenta moderna, inventada por el alemán Johannes Gutenberg en 1453, fue llevada por los españoles a América ya en la primera mitad del siglo XVI;
  • el calendario juliano, y después, en 1583, gracias a la bula Inter Gravissimas, se instauró el calendario gregoriano;
  • los castillos y monasterios medievales: los primeros apenas tuvieron continuidad en el Nuevo Mundo; los monasterios, sí; algunos, como el de Santa Catalina, en Arequipa, verdaderamente originales.
  • las técnicas de jardinería: los jardines del Generalife, que datan de los siglos XII a XIV; los jardines de Aranjuez, los de Toledo, los de Sevilla, etcétera.
  • las técnicas de construcción de barcos de gran tonelaje, con las que lograron fundarse modernos astilleros en Cuba y en otros puntos del continente americano: Guayaquil y Panamá, por ejemplo;
  • las técnicas de navegación transoceánicas;
  • la ballestina, utilizada en el mar desde principios del siglo XV para determinar la altura de los astros;
  • el astrolabio, el cuadrante, la brújula marina (una aguja magnética montada sobre balancines que le permtían girar libremente pese a los bandazos de los buques), la ampolleta (una especie de reloj de arena), y otros instrumentos de navegación;
  • la cartografía;
  • las técnicas de explotación mineras: además de introducir implementos de hierro como picos, alzaprimas, cuñas y almádenas, los españoles inventaron técnicas de explotación minera como los molinos de ganga accionados por fuerza hidráulica, o el método de amalgama: la plata se extraía del mineral combinándola con mercurio y se la separaba de la amalgama por destilación del azogue.
  • conocimientos de aritmética, geometría, astronomía y música (el "quadrivium"), que se enseñaban en las universidades hispánicas desde el siglo XIV.
  • el sistema financiero: el dinero, la banca, la letra de cambio, las sociedades mercantiles, etc.
  • las técnicas hidráulicas, conocidas desde las épocas de las dominaciones romana y árabe: acueductos y embalses (los acueductos de Segovia y Mérida, el embalse de Proserpina, también en Mérida, etc.), canalizaciones y regadíos (la huerta de Murcia)
  • el molino hidráulico.6 El de viento tuvo escasa implantación en el Nuevo Mundo.6
  • la técnica de los tapices: Importantísimas fueron las colecciones de tapices de los reyes Fernando e Isabel.
  • la marroquinería, el repujado, el damasquinado, la esmaltería, la azabachería, la mazonería, la orfebrería, la joyería.
  • la encuadernación de libros.
  • la técnica de las vidrieras, que había alcanzado su madurez en la decoración de algunas catedrales góticas de los siglos XIII y XIV (la de León la más destacada)
  • las técnicas de pintura desarrolladas durante los siglos XIV Y XV (pintura al temple, al óleo), las técnicas del laminado del oro ("pan de oro") para recubrir retablos.
  • La música occidental llevada por los españoles durante el renacimiento y el barroco.









Aportes americanos

Los españoles llevaron al que denominaban Viejo Mundo (Europa, Asia y África) una serie de elementos técnicos desarrollados por las culturas precolombinas. Entre ellos:
  • Maíz. 
  • Tomate, que se volvería fundamental en la cocina italiana.
  • Papa.
  • Batata.
  • Vainilla.
  • Pimiento, que se volvió esencial en la comida tailandesa e india.
  • Tabaco.
  • Cacao y el chocolate.
  • Técnicas de entretejido textil.
  • Caucho ("cautchuc", impermeable en maya) y el látex.
  • Cerámica andina.
  • Técnicas textiles andinas.
  • Técnicas urbanísticas.
  • Conocimientos farmacológicos.
  • Nuevas palabras como huracán, macana, entre otras.



Economía

     La colonización española de América y la puesta en contacto de manera regular de los mercados de Europa, Asia y América, a través de las Flotas de Indias y el Galeón de Manila, supuso la globalización de la economía mundial, lo que sentó las bases del capitalismo, tal como señalaría Marx en "El capital": "La biografía moderna del capital comienza en el siglo XVI, con el comercio y el mercado mundiales" (Comienzo del capítulo IV de la Sección Segunda, Libro Primero). Además, el intercambio de productos agrícolas revolucionó los cultivos en todos los continentes, aumentó la productividad de las tierras y enriqueció la dieta de amplios sectores de la población. Todo esto conllevó transcendentales alteraciones en la geografía humana de todos los continentes.
     Los efectos producidos en las economías europeas y asiáticas por la puesta en circulación, por parte de los españoles, del oro y la plata que extrajeron de América en el siglo XVI, todavía son hoy objeto de estudio, sin que exista un acuerdo entre los historiadores económicos: Mientras John Lynch o David Christian sostienen la vigencia de los estudios de E. Hamilton, otros, como Jordi Nadal o Michel Morineau, critican sus análisis.


Expulsión de los españoles

     La expulsión de los españoles de América fue un proceso de exilio forzado de los colonos castellanos llevado a cabo por los gobiernos independientes en el proceso de las guerras de independencia hispanoamericanas. La expulsión implicó a un número reducido de españoles que eran contrarios a vivir en países que ya no formaban parte de la Corona española, sino bajo gobiernos inciertos y de nueva creación. La mayoría de los españoles y descendientes de españoles quedarán asimilados a la población de los nuevos países como queda constancia en la demografía étnica de estos nuevos estados americanos, formados en su mayoría por descendientes de españoles, como es el caso de Argentina, Chile, Costa Rica,9 y Uruguay, o con mayor proporción de indígenas como es el caso de Bolivia o Perú.